El don de mentir

lunes, 7 de agosto de 2017

Soy tan buena mintiendo, que decidí dejar de mentir. Protozooario del mar
 Esa cita no está fechada porque es algo que digo constantemente, me divierte encontrar personas que me dicen "no sabes mentir", mi repuesta ya la han leído.

Cuando se tiene facilidad de palabra cada quien decide usarla para bien o para mal, si enciendes turbas o si inspiras comunidades. Tengo un don natural para mentir, además soy la menor de toda mi familia -primos, hermanos, tíos, etc.-, esa posición estratega que te enseña que ojitos bonitos y palabras convincentes te pueden entregar lo que deseas, o salvar de cualquier castigo (desde luego, creces y sales al mundo que no es tu familia y se rompe gran parte de esa magia). La mentira podía ser un juego en mi adolescencia, lo que me gustaba era saber que tenía la capacidad de crear una historia tan perfectamente bien estructurada que podía sostenerse sola, sin embargo, con el paso del tiempo mantener una mentira requiere crear otra, y una más, y otra, al grado de que todas tus palabras pueden ser mentira. 

Un día decidí que no volvería a mentir, principalmente por dos razones, la primera ligada al párrafo anterior es "una mentira crea más mentiras", así que para no alimentar ese ciclo eterno mejor evitamos empezar. La segunda es "por respeto a la otra persona", porque deben saber que si hay algo que detesto en el universo es que me mientan, así que si no me gusta que me lo hagan, por qué he de hacerlo a los demás.

¿Y por qué me enfada tanto una mentira? Principalmente -y esta es una gran confesión- es porque afecta a mi ego y vanidad, considero que si usted me miente es porque cree que mi intelecto es tan bajo que no me daré cuenta, y si hay algo que me enoja es que me crean tonta. Y bueno, alguien que creció siendo una experta en mentiras no es tan fácil de timar. Además, debemos estar consientes que toda mentira tiene capacidad de lastimar y ninguno de nosotros somos tan importantes para lastimar a otras personas (será otro tema nuestra importancia en el mundo y lo que tenemos para dar).

Por otro lado, y es lo que compete a esta entrada -algún día lograré que mis introducciones no sean tan largas. O no.-, es el origen de la mentira ¿hay algo por lo que en verdad valga la pena mentir? 
Iniciemos con las mentiras pequeñas y aparentemente insignificantes, habrá quien diga "no tiene importancia es algo pequeño", yo diré "si no tiene importancia por qué preocuparse por mentir, y si te tomas la molestia de mentir en cosas tan insignificantes, no me imagino lo que elaborarás en temas relevantes", una mentira chica puede crear una mentira grande, y si algo en verdad es irrelevante ni siquiera debería quebrarse alguien la cabeza por mentir.
Pensemos ahora en las mentiras piadosas, si es que puede existir tal, porque ¿qué piedad hay en ocultar la realidad? Prefiero sufrir la pena de una situación, sobreponerme a ella y salir adelante, que vivir una fantasía supuestamente menos dolorosa. Y este punto incluye las falsas esperanzas y a las personas que por alguna razón no saben decir no. Apreciable lector, si alguien le invita a salir (amistad o querer) y usted no pretende ir a dicho evento el monosilábico "no" es la respuesta, no diga "quizá llegue, o te confirmo", si no pretende llegar o confirmar; dele la oportunidad al otro ser de rediseñar sus planes, invitar a otra persona o cambiar de idea, en lugar de encadenarlo a un compromiso que no sucederá. De la misma manera lastima más decirle a alguien, con quien usted no tiene mínimo interés de salir, que "algún día saldrán" que un piadoso "muchas gracias, pero no" que le permitirá a esa persona reformular sus intereses y seguir adelante -desde luego, eso implica que el ego de usted no esté tan dañado como para necesitar un club de fans rogando a sus pies, pero ese será otro tema-. Aprovecho este apartado de mentiras piadosas para agregar que los niños son solo seres humanos pequeños, no son idiotas, si usted le miente a un niño por "protegerlo" o porque usted cree que no entenderá la realidad,¡felicidades! le está mostrando a ese niño que la mentira es parte de la vida diaria, y "si los adultos que te quieren te mienten, todo el mundo puede mentir, incluyéndote, desde luego".

Mentiras mayores, o mentiras creadas para salvarse de una situación, para aprovecharse de alguien, para obtener algo, etc... la explicación debería ser innecesaria. No es el beneficio que usted logra, sino el daño que le hace al otro con ello, y por lo general solo estará creando una bomba de tiempo, que si pudo ser una pequeña chispa en este momento, después es muy probable que tenga una explosión catastrófica. 

Otro tipo de mentira grave e importante es  el autoengaño. Cuánto mal se puede hacer a sí mismo solo por no aceptar rasgos propios, vicios, o la realidad. Cualquier persona que haya superado algún problema conductual, un vicio ya sea en la personalidad o de dependencia, sabe perfectamente que el primer paso para salir adelante es la aceptación. Así que un fundamental punto es no mentirse ni a usted, es por salud mental, se lo aseguro.  

No ahondaré en los chismes que son de la peor clase de mentiras, y me atrevo a dar el calificativo, porque por lo general dañan a otras personas directa o indirectamente, así que solo daré dos ejemplos de los que en parte me puedo reír. Hace un par de semanas me enteré de que tengo esquizofrenia ¡tranquilos!, no hay de qué espantarse, no me la diagnosticó medico alguno, sino me enteré por un compañero de trabajo que afirma que por ello fue mi última ausencia laboral, estuve muy tentada a decirle que lo mío era psicopatía y que atacaba a los chismosos, pero me apiadé de él y solo lo ignoré (como el 90% del tiempo). O aquella vez que después de un viaje de estudios en Chapingo yo misma me sorprendí de mis habilidades sexuales y mi resistencia cuando me dijeron que tuve sexo con diez chicos en una noche, después recordé que dormí abrazada de mi amigo homosexual y que no tuve sexo esa noche y me quité el título de super mujer aguantadora en la cama. En ambos casos no di importancia a esas historias, pero la segunda hizo que una amiga se alejara de mí porque entre esos supuestos amantes estaba el chico que le gustaba. Así que antes de repetir información de alguien cerciórese de que sea verdadera, y una vez que sepa que es verdad ¡guárdese esa información de todas formas!, que ni usted ni yo tenemos porque andar contando la vida de los demás. Es más divertido abrir un blog y contar la propia vida.

Después de toda esta historia, si usted es como el promedio de las personas, por alguna razón solo recordará la parte en que afirmé que soy muy buena mintiendo y me dirá que así no puede confiar en mí. He oído eso muchas veces, no se preocupe su temor es natural, pero entonces vuelva a leer esta entrada hasta que entienda por qué no le mentiré, si no se convence siga en calma, dejo aquí el final de aquel viejo poema donde aclaro mi posición al respecto: 
Mira mis ojos que llamas malditos,
pregunta a ellos lo que ya me has dicho,
si n tú crees que mienten malditos,
es más que claro, querido amigo,
que tu camino es opuesto al mío.

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