El parecido entre un tope y el 03 de septiembre

jueves, 6 de septiembre de 2018

¿En qué se parece el tope que pusieron afuera de mi trabajo y el 03 de septiembre de 2018 en la UNAM (y si quieren, y las elecciones del 2018)?

En que todos estos hechos me dejan ver claramente 2 cosas, una de las que más detesto, y una que enchina mi piel y me regala esperanza.

Me explico:

1. El tope de mi chamba.
El lugar donde trabajo está ubicado justo saliendo de una curva, si usted viene de oriente a poniente en cuanto salga de la curva encontrará el lugar en la acera derecha, sin embargo, el estacionamiento está en la acera izquierda. Trabajamos aquí cerca de 200 colaboradores de todas las edades, desde algunos chicos que aún no llegan a los veintes, hasta mayores de 70 años. Cruzar la calle puede ser una verdadera hazaña por una razón específica, la gente sale de la curva como si estuvieran en una pista de carreras y debieran obtener el primer lugar, pero olvidando el grandísimo detalle de que no ven lo que habrá a la vuelta, podría ser yo cruzando la calle, quizá de forma imprudente, o podría ser un niño tras una pelota, o simplemente podría haber otro auto parado por azares del destino; pero no les importa, en general nos movemos pensando solo en nosotros mismos sin pensar si algún otro se ve afectado.
Después de varios años de solicitudes rechazadas el Municipio autorizó que se colocaran reductores de velocidad para poder cruzar. Durante una semana que estuvieron los reductores vi el enojo de la gente, y hasta escuché sus insultos. Finalmente los quitaron.
Estoy de acuerdo, 200 personas beneficiadas por un reductor de velocidad, contra las miles que pasan diario en los autos, no es nada. Es más, seguramente mientras leen pueden pensar "¿y por qué chingados no van a la esquina, cruzan y regresan al estacionamiento?", y tienen razón, es lo que deberíamos hacer, claro, para mí no implica ningún problema, con veintitantas primaveras y gozando de salud puedo hacerlo, pero no es la situación de todos mis compañeros, no es el caso del hombre con bastón que tiene un problema que desconozco, pero en el que es evidente que cada paso que da es un reto, y también podría dar muchos argumentos de la Liga Antipeatonal, donde explican claramente cómo favorecemos a los autos, en lugar de a los humanos, mas no es el tema ahora.
Mis puntos aquí no son ni el tope, ni querer un beneficio para unos cuantos, sino los siguientes:
a) Si la gente fuera prudente al conducir, pero sobre todo, si fueran empáticos ¡ni siquiera se necesitaría un tope!, es decir, ¿si le dan el paso a ese hombre y pierden 2 minutos de su vida por hacerlo, se acaba el mundo? ¿o por qué no lo hacen?
b) ¿En verdad es necesario insultar a un trabajador que va cruzando la calle porque te pusieron un tope? (ahondaré en este punto más adelante).

2. El 03/09/18
Para ir a la UNAM recorro 75 km de carretera, esto implica que por una peripecia u otra no siempre sea sencillo llegar a la escuela; sin embargo el lunes fue diferente, milagrosamente el tiempo me había favorecido e iba más temprano que de costumbre (y hoy agradezco que no haya sido tan temprano). Desde que estaba en el metrobús el ambiente era extraño, el conductor preguntando por teléfono si ya habían abierto la vialidad o nos debía dejar antes, los granaderos afuera de la estación Perisur que al parecer ya se retiraban. Llegué a CU y esperé el pumabús, lo primero que nos dijo el conductor fue que estaba cerrado de rectoría a medicina, y que nos bajaría del otro lado, yo aún no entendía el por qué. Crucé frente a rectoría para ir a filosofía, no vi nada extraño, chicos posando en las letras, algunos noviando,etc... Cuando giré en el pasillo hacia filos frente a la biblioteca entonces sí noté un ambiente raro, gente intranquila y angustiada, la reja mitad cerrada y todos los profesores reunidos en la entrada. Llegué a sala de tutorías y encontré a un amigo, quien me explicó que habían ido los chicos del CCH pacíficamente a pedir escucharan sus demandas y habían llegado los porros a hacer su relajo. Parecía que ya había pasado todo, no imaginaba la magnitud, no pensé que hubieran enviado al hospital a dos chicos. Me dirigí entonces a mi clase de literatura medieval.

2.1 El éxtasis interrumpido
Estábamos en clase, se escuchaba afuera el ruido de el tumulto, sin embargo la profesora me atrapó rápidamente, analizábamos el mester de clerecía, y llegamos al trivium y quadrivium -que en términos rápidos, y para no aburrir a quienes no les interesa es la forma en que separaban las 'siete artes' (ahora ciencias)aquí más información-, en un momento casi místico (al menos para mi persona) la profesora nos explicaba la forma en que Ciudad Universitaria esta construida con base en ello. Comenzó su explicación dibujando en el pizarrón, diciendo "Rectoría está aquí al centro arriba" continuó dibujando y entonces se erizó mi piel, "y la primera facultad es la de Filosofía y Letras, porque en el principio era el verbo, aquí nace la palabra, que después utilizarán los demás. Es por eso que a nosotros nos toca esto -miró hacia la ventana refiriéndose al movimiento de estudiantes que había- porque somos los que le dan la palabra a todos, porque les damos voz" me conmoví profundamente, son esos pequeños segundo en que sientes que estás justo en el lugar que deberías estar, "después llegó el orden, por eso sigue Derecho" continuó así describiendo el acomodo de todas las facultades -otro día con más calma les platico todo-, yo estaba fascinada, tenía la sensación de que había un motivo más profundo que me había llevado hasta donde estoy, de pronto un cristalazo rompió mi sueño, no supe dónde fue pero se oyó muy cerca, en los grupos de whats ya compartían la información de lo que había sucedido, lo comentamos en clase y la profesora consideró prudente detener la sesión, solo quedaban 10 minutos de clase, pidió que saliéramos en grupo para no exponernos, muchos ignoraron la indicación, otros nos esperamos. Caminamos por el pasillo sin tener muy claro qué sucedía, había muchos rostros angustiados (sobre todo los de los más jóvenes), encontré a algunos amigos con los que buscamos cómo salir, pero las salidas estaban cerradas o saturadas, mantuvimos la calma y logramos salir después de poco menos de una hora y nos dirigimos hacia Copilco para alejarnos del caos.

3. ¿Y en qué demonios se parece un topecito a un movimiento estudiantil?

En lo que dejan ver. Ambas situaciones nos muestran la intolerancia de la gente, el egoísmo y la falta de solidaridad y empatía que abundan en este triste mundo (triste cuando lo ves desde estas situaciones), porque así como ofenden a un empleado cruzando la calle, solo porque a alguien le incomoda el tope, así juzgan de revoltosos a los estudiantes, solo porque no conocen la realidad de lo que sucede (¿cuándo conocemos en verdad la realidad de lo que sucede?); del mismo modo ver los comentarios violentos en las redes (por eso me acordé de las elecciones) que están llenos de intolerancia y violencia, imágenes que en vez de unir y conciliar, buscan dividir y generar más odio (sí, me refiero al frapé del tec) personas que atacan a otros por un comentario, por asistir a cierta universidad, o por no haber ido a una, juzgando, criticando, suponiendo. Eso es lo que recordé esta mañana al cruzar la calle (cerca de ser atropellada por una camioneta), el problema no es el tope, ni las marchas, ni Rectoría, ni el mismísimo rey del mundo, es la actitud que nosotros tomamos ante cada situación y el decidir volver los hechos conflictos, lo que me lleva a mi último punto.

4. ¿En qué no se parecen el 05 de sept. 18 y el 19/S a los dos primeros puntos?

En que nos muestran justo cómo es el otro lado de la sociedad, o: justo, como es, el otro lado de la sociedad.
Se diferencian en los 250 voluntarios para donar sangre en el hospital donde atienden a Joel (el chico gravemente herido por los porros).
En los cientos de personas dispuestas a dar lo mejor de sí para apoyar a otros, ya sea moviendo escombros, llevando víveres, o dejando sus agendas de lado para marchar hombro a hombro por una solicitud que ya no es solo de una universidad, ni siquiera de todas las universidades, sino de esta sociedad herida. Lo que pidió esa magnífica marcha pacífica de ayer, es lo que la mayoría queremos, poder ir a la universidad, a la calle o a cualquier lugar, sabiendo que volveremos a casa, que volveremos vivos y completos. La de ayer fue una marcha por la paz, y agradezco a cada persona que se unió a este grito.

#FueraPorrosDeLaUNAM #FueraViolenciaDeMéxico

5. Este tipo de situaciones siempre me deja muy conmovida, pero mi invitación es la misma todas las veces. Ustedes elijan como quieren vivir estos momentos, como en los primeros puntos, o como en esas fechas que considero  claves en nuestro país y en mi corazón. Yo me quedo con la gente que reconstruye después de un 19 de septiembre, o que marcha por la paz un 05 de septiembre, dejemos de pelear con los otros, no aumentemos la violencia, cada comentario que ataca alimenta la intolerancia y la violencia, mejor apoyemos a los que nos apoyan, veamos por ellos, agradezcamos su esfuerzo.

Y aunque es algo que jamás creí repetir  hoy siento la necesidad de decirlo:

"Por mi raza, hablará mi espíritu"



*Si estamos en la facultad que da la palabra, usémosla.     

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