Sobre los Días Internacionales, la inaccesibilidad y otra razón por la que odio al mundo

Hoy en día, estamos tan acostumbrados a los días internacionales que siento que van perdiendo el sentido de ser, es decir, si diario es el Día Internacional de lo que sea, se va perdiendo el impacto. ¿Cuál es la importancia de hacer estos acontecimientos? entiendo yo, que el punto es crear conciencia y hacer llegar a la gente información al respecto, sin embargo, dudo mucho que se logre.

Pondré como ejemplo el día de hoy, 15 de octubre, Día Internacional del Bastón Blanco, iniciemos por lo básico ¿en verdad alguien sabe qué invoca éste día? ¿saben qué diablos es el bastón blanco? mi breve encuesta realizada a los seres del trabajo que deambulan a mi alrededor arrojó el siguiente resultado: "Nadie tiene la menor idea de lo que hablo."; lo cual confirma mi teoría de la inutilidad (entiéndase del no ser útil) de hacer éstos supuestos días.

El Día Internacional del Bastón Blanco se celebra, según la ONCE*, desde 1970, por diversas asociaciones e instituciones que apoyan a invidentes y débiles visuales en todo el mundo. Es un día creado para reconocer los derechos y las necesidades de los ciegos -como aclaración, le han llamado así a éste día dado que el bastón blanco, según ellos, es un símbolo internacional para reconocer a los invidentes <>-.

¿Y a qué punto quiero llegar con todo esto? Pues retomando el primer párrafo, deseo hacer énfasis en la ociosidad de crear Días Internacionales, no estoy diciendo que debemos ignorar los derechos de los invidentes, o que no debemos tomarles en cuenta; al contrario, creo que no basta con un Día del que, además, ni siquiera se entera la mitad de la población, creo que para crear un verdadero impacto se debería hacer un trabajo más profundo para concienciar a la gente de lo que queremos hacerles ver; y por supuesto más allá de solo hacer llegar el mensaje a la ciudadanía hacerlo llegar a las autoridades para que hagan algo.

Por ejemplo, retomando el hecho de que hoy es el Día Internacional del Bastón Blanco, más que una caminata por alguna calle transitada creo que una buena forma de reconocer los derechos de los ciegos sería hacer una ley que prohíba que las banquetas de las calles principales puedan ser modificadas a placer ¿tiene alguien la menor idea del problema que le crean a los demás al hacer su frente a su antojo? me gustaría vendarle los ojos a esas personas y hacerlas caminar por una acera dispareja, como la de la siguiente imagen:

Imagen de una banqueta dispareja,
obtenida de http://cronicadexalapa.com/wp-content/uploads/2014/08/0218-880x495.jpg

Ranuras para el bastón guía.

Y ese es sólo un minúsculo ejemplo, podría agregar como la página del metro del DF se jacta de la accesibilidad a invidentes presumiendo que cuenta con placas en Braille en 25 estaciones y con ranuras guías (esas líneas amarillas del piso) en 32 estaciones, claro, vale la pena aclarar ¡32 de 195 totales!, así que espero que los invidentes solo tengan que andar en esas 32 estaciones porque no sé cómo le harán en el otro 83.59% de estaciones restantes.

En fin, estos solo son ejemplos pequeños de los cambios que en verdad se podrían hacer y que en definitiva tener un Día Internacional no logra. Así que los invito a que si son defensores de una causa, en lugar de portar una playera un día o unirse a una caminata sólo ese día, mejor compartan sus ideas (amablemente) con la gente que conocen y hagan los cambios que consideren necesarios en sus vidas para apoyar sus causas o para cambiar la parte que les tocó del mundo.

Hasta aquí llega mi reflexión sobre los Días Internacionales y su ineficacia, dejo esta queja a quien le interese y mientras tanto yo iré a conversar con mis conocidos para contarle que es un bastón blanco, que es la accesibilidad y cuáles son nuestros deberes humanos como normo-visuales  para no hacer más complicada la existencia de aquellos que ya tienen otros tantos líos con que lidiar.

*La ONCE es la Organización Nacional de Ciegos Españoles, Corporación bastante admirable que ha logrado y sigue logrando la inclusión de los invidentes a las tareas cotidianas no solo en España, sino también en Latinoamérica gracias a la FOAL - Fundación ONCE para la atención a las personas ciegas de América Latina-.